Ser arquitecto requiere ser creativos, buscar lo nuevo, la solución, lo que no se había hecho antes, y por tanto debemos salir, mirar con unos ojos diferentes, empaparnos de otras soluciones a problemas similares, beber de la inspiración de otros y para ello, necesitamos viajar.
Los arquitectos debemos aprender a observar absolutamente todo con una mirada crítica, de una manera curiosa, intuitiva y reflexiva. Dejándonos llevar por la intuición, nos permitimos desarrollar nuestra creatividad, la cual es necesaria para encontrar nuestro potencial, además nos ayuda a entender lo que pasa a nuestro alrededor y por tanto, a crecer.
«No existe la arquitectura inmaterial. La realidad de la arquitectura es el cuerpo concreto en el cual formas, volúmenes y espacios están siendo» – Peter Zumthor
Un viaje modifica, mejor dicho, hace madurar a las personas en muchos ámbitos. La arquitectura consigue transportarnos en el tiempo y en la historia, nos permite viajar y conocer mundos desconocidos. Podemos descubrir la arquitectura a través de los viajes.
Viajar nos enriquece el alma, conocer nuevas culturas, que son el reflejo de nuestra sociedad, conocer otras maneras de vivir y de pensar.
Viajar es el principio y el final de todo arquitecto, y es la mejor universidad que se nos puede ofrecer, no solo se trata de conocer otras culturas, otras formas de vida, otras formas de pensar, sino también, cómo adquirimos ese conocimiento, y que hacemos con ellos.
Estos son algunos destinos que, desde mi punto de vista, puede interesarnos a quienes nos apasiona la arquitectura.
Bibliografía
https://www.arquimaster.com.ar/web/la-arquitectura-y-los-viajes-los-viajes-y-la-arquitectura/